Ezequiel 2

1. Era la voz de Dios, y oí que me decía: «Ezequiel, hombre mortal,[a] levántate, que quiero hablar contigo».

2. En ese momento sentí que algo dentro de mí me hacía levantarme, y pude oír que Dios me daba este encargo:


Footnotes:
a. Ezequiel 2:1: La expresión hombre mortal se usa con frecuencia en este libro, cuando Dios se dirige a Ezequiel. Estas palabras parecen resaltar el hecho de que Ezequiel es un ser humano, débil y mortal, pero que Dios usa para llevar a cabo sus planes y darles esperanza a los israelitas.