Salmos 126

De la tristeza a la alegría

SALMO 126 (125)

Cántico. para las peregrinaciones. 1 Cuando Dios nos hizo volver de Babilonia a Jerusalén, creíamos estar soñando.

2. De los labios nos brotaban risas y cánticos alegres. Hasta decían las demás naciones: «Realmente es maravilloso lo que Dios ha hecho por ellos».

3. ¡Lo que Dios hizo por nosotros fue realmente maravilloso, y nos llenó de alegría!

4. Dios, devuélvenos el bienestar, como le devuelves al desierto sus arroyos.