Isaías 62

La nueva Jerusalén

1. Isaías dijo: «Por amor a ustedes, habitantes de Jerusalén, no me callaré. Por amor a ustedes, no descansaré hasta que Dios les dé la victoria. Cuando Dios los salve, ustedes brillarán como el sol al amanecer.

2. »Israelitas, las naciones verán cuando Dios los salve, y todos los reyes de la tierra reconocerán su grandeza. Entonces Dios les dará un nombre nuevo,

3. y serán en la mano de Dios como la hermosa corona de un rey.

4. »Ya no le dirán a Jerusalén: “Ciudad abandonada”, sino: “La favorita de Dios”, ni a la tierra de Israel: “País en ruinas”, sino: “La esposa de Dios”.

5. Porque Dios se casará con ella, como se casa un joven con su novia; Dios la reconstruirá y vivirá feliz con ella, como vive feliz el marido con su esposa.

6. »Jerusalén, en tus murallas yo he puesto guardias que día y noche dirán: “Ustedes, los que adoran a Dios, no se queden callados.

7. No le den a Dios ni un minuto de descanso, hasta que reconstruya Jerusalén y la haga una ciudad famosa”.

8. »Dios ha jurado por sí mismo: “Nunca más permitiré que los enemigos de Israel se coman su trigo, o que los extranjeros les quiten el vino que con tanto trabajo hicieron.

9. Israel comerá lo que coseche, recogerá las uvas y beberá el vino nuevo, cantando alabanzas a mi nombre en los patios de mi santo templo”».

10. Isaías continuó diciendo: «¡Habitantes de Jerusalén, salgan por los portones de la ciudad, preparen un camino para el pueblo! Háganlo con cuidado, quítenle las piedras y pongan señales que sirvan de guía a las naciones.

11. »Dios ha dado este mensaje a todos los habitantes de la tierra: “Digan a la ciudad de Jerusalén que ha llegado su salvador; díganle que Dios ha liberado a su pueblo.

12. Los israelitas serán llamados: ‘Pueblo santo, salvado por su Dios’, y a Jerusalén la llamarán: ‘Ciudad deseada’, ‘Ciudad llena de vida’.”»