Salmos 27

Tú proteges mi vida

SALMO 27 (26)

Himno. de David. 1 Dios mío, tú eres mi luz y mi salvación; ¿de quién voy a tener miedo? Tú eres quien protege mi vida; ¡nadie me infunde temor!

2. Cuando mis malvados enemigos me atacan y amenazan con destruirme, son ellos los que tropiezan, son ellos los que caen.

3. Me puede atacar un ejército, pero yo no siento miedo; me pueden hacer la guerra, pero yo mantengo la calma.

4. Dios mío, sólo una cosa te pido, sólo una cosa deseo: déjame vivir en tu templo todos los días de mi vida, para contemplar tu hermosura y buscarte en oración.

5. Cuando vengan tiempos difíciles, tú me darás protección: me esconderás en tu templo, que es el lugar más seguro.

6. Tú me darás la victoria sobre mis enemigos; yo, por mi parte, cantaré himnos en tu honor, y ofreceré en tu templo sacrificios de gratitud.

7. Dios mío, te estoy llamando: ¡escúchame! Ten compasión de mí: ¡respóndeme!

8. Una voz interna me dice: «¡Busca a Dios!» Por eso te busco, Dios mío.

9. Yo estoy a tu servicio. No te escondas de mí. No me rechaces. ¡Tú eres mi ayuda! Dios mío, no me dejes solo; no me abandones; ¡tú eres mi salvador!

10. Mis padres podrán abandonarme, pero tú me adoptarás como hijo.

11. Dios mío, por causa de mis enemigos dime cómo quieres que viva y llévame por el buen camino.

12. No dejes que mis enemigos hagan conmigo lo que quieran. Falsos testigos se levantan, me acusan y me amenazan.

13. ¡Pero yo sé que viviré para disfrutar de tu bondad junto con todo tu pueblo!

14. Por eso me armo de valor, y me digo a mí mismo: «Pon tu confianza en Dios. ¡Sí, pon tu confianza en él!»